Continúa la explotación de los niños
Daniela Ramírez
Cruda realidad para niños indígenas que llegan de lugares alejados a pedir la dádiva de la población de Rioverde con el consentimiento de sus padres, quienes los traen descalzos, mal vestidos y poco aseados para causar lástima en la ciudadanía y así conseguir unos cuantos pesos.
Mientras otros niños juegan, practican deporte y estudian, estas niñas y niños (principalmente de Tamasopo) son víctimas de la explotación infantil y aunque este sigue siendo un delito, poco se ha logrado para contrarrestar estas acciones, que ya son vistas por la sociedad como una práctica común.
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