Izahel V. Galicia
La almohada es uno de los lugares más comunes para encontrar un gran número de ácaros, porque este entorno es exactamente el cual necesitan para crecer y multiplicarse, dañando la salud de la población.
El personal de la Secretaría de Salud (Ssa) dio a conocer que los ácaros del polvo son pequeñas criaturas que se alimentan de las células muertas de la piel y prosperan en ambientes cálidos y húmedos, no muerden pero sí son responsables de síntomas alérgicos, los cuales son relacionados con el desarrollo del asma en los niños.
Asimismo, las almohadas y edredones podrían convertirse en un depósito de ácaros del polvo, por eso no deben de tener una almohada por más de un año y medio, además debe cambiarse por lo menos cada semana.
Por otro lado, se estima que un 10% de la población es alérgica a las partes del cuerpo y heces del ácaro del polvo.