Carlos González
La exposición prolongada a los rayos del sol puede ser mortal para cualquier persona especialmente para los grupos vulnerables como ancianos y niños alertó personal del Hospital Básico Comunitario (HBC).
La enfermera Liliana Reyes Huerta, exhortó a la ciudadanía, tomar acciones para prevenir deshidratación o “golpes de calor” mayormente en niños menores de cinco años de edad y adultos mayores pues en extremo el calor es más peligro que el frío porque puede provocar daños irreversibles en el cerebro.
Cuando el cuerpo ronda 38 o 40 grados de temperatura por exposición prolongada a rayos del sol provocan daños neurológicos que deriven en desmayos repentinos o en su defecto la muerte.
En caso de un desmayo, colocar compresas de agua fría en cabeza y envolver al paciente en una sábana mojada para estabilizar el calor corporal y trasladarlo inmediatamente al hospital.