Redacción
Malas prácticas ocurren en panteones de ejidos de desenterrar los ataúdes para volver a utilizar las bóvedas, lo lamentable es que los dejan tirados y representa un foco de infección.
Un caso reciente ocurrió este fin de semana en el ejido de La Reforma en Ciudad Fernández, al encontrarse en un lindero del panteón un ataúd destruido de lámina oxidada y con algunos residuos pulverizados.
Para habitantes del sector de La Ribera representa un riesgo de salud por lo insalubre que resulta el sacar el féretro después de muchos años, la lámina oxidada y por las sustancias que pudieran quedar del proceso de descomposición del cuerpo de la persona fallecida.
Esperan que autoridades como la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios intervenga y regulen esta situación, ya que temen sigan ocurriendo estos casos no sólo en ese lugar, al registrarse esta misma situación en panteones ejidales de otros municipios.