Más de un centenar de manifestantes fueron hoy detenidos en Minsk durante la tradicional marcha opositora de los domingos contra el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko.
La policía, que detuvo a los participantes en la marcha por todo el centro de la capital bielorrusa, empleó cañones de agua, gas pimienta y granadas aturdidoras.
En algunos lugares de la ciudad se produjeron enfrentamientos violentos entre efectivos de las fuerzas antidisturbios con pasamontañas y grupos de jóvenes manifestantes.
Entre los detenidos hay casi una veintena de reporteros, entre ellos corresponsales de medios rusos, lo que fue condenado por la Unión de Periodistas de Rusia.