Jorge Alberto Gómez
En la presa de San Diego surgen nuevamente áreas boscosas y el regreso de cientos de aves migratorias que descansan en las tranquilas aguas, siendo visitado el lugar por algunas personas que desafortunadamente comienzan a contaminar el entorno arrojando todo tipo de basura.
Algunos habitantes del lugar manifestaron que los fines de semana algunas personas acuden al lugar a observar nuevamente el paisaje que renació en la comunidad, y algunas familias acampan por algunas horas ingiriendo alimentos y bebidas, arrojando envases de plástico, botes de cerveza y platos desechables a la intemperie.
Comunitarios comentaron, evitar la contaminación es obligación de todas las personas, señalando que es necesario que todos contribuyan a cuidar la presa porque en tiempos de estiaje o sequía es alarmante la situación al perjudicar al campo y a la ganadería, solicitando ser más responsables en la preservación de estas áreas naturales.