Jorge Alberto Gómez
La barda de un salón de vieja construcción se derrumbó repentinamente, de lo que fue la Zona de Tolerancia en la calle Quezada, cerca del bulevar Ferrocarrilero.
Parte de los escombros del material de la vetusta casa o cantina se comenzaron a esparcir por la calle, siendo un inminente riesgo para automovilistas, motociclistas y ciclistas de tener algún percance al derrapar.
La mayoría de las viejas construcciones que hace años funcionaron como salones o cantinas se encuentran en pésimas condiciones, estando a punto de colapsar ante el abandono y deterioro ante las inclemencias del tiempo.