Redacción
Una mujer adulta se convirtió en víctima de la ambición de la familia de su concubino fallecido, quienes en complicidad con autoridades ejidales de El Capulín en Rioverde y agrarias, la despojaron de su vivienda vulnerando así sus derechos individuales y los que marca la constitución.
Margarita Rivera Rodríguez vivió en concubinato con Bernabé en dicho ejido por 23 años y procrearon a su hija María Aurora, sin embargo, este último murió hace pocos meses dejando a su hija un escrito donde la acreditaban como propietaria del predio e inmueble que compartió con su concubina Margarita.
Tan pronto tuvieron oportunidad, aparecieron los familiares del fallecido, quienes, en complicidad con las autoridades ejidales y agrarias, prácticamente sacaron de la casa a ambas vulnerando sus atribuciones como propietarias que le daba al menos a Margarita al crear derechos sobre la propiedad del inmueble; ahora tocará intervenir a otras instancias para investigar y castigar de existir responsabilidad tanto al ejido como a la autoridad agraria que se prestó para este abuso.