Representantes de la iglesia católica exhortan a hombres a que se atrevan a vivir una experiencia inolvidable como cursillo, pues es una oportunidad única de encuentro consigo mismo, con Cristo, con su iglesia y con los hermanos; puntualizaron que las personas que han vivido la experiencia han salido renovadas, más felices, con más fuerzas para seguir la vida plenamente, por tal motivo, vale la pena esta experiencia.