Redacción
Campesinos mencionaron que la producción agrícola en cuanto a mandarinas, cañas, tejocotes y cacahuates vienen de manos de agricultores, de ahí que influyen en la cena navideña.
Campesinos del ejido San Marcos argumentaron que el ponche navideño es un tributo a la diversidad agrícola, con guayabas, manzanas y canela de productores nacionales.
Asimismo, en la Cena de Navidad y Año Nuevo, el pavo y el lomo de cerdo resaltan la producción pecuaria del país.
Por otro lado, los vegetales frescos como romeritos, zanahorias y papas completan las mesas festivas y que decir de los vinos mexicanos y sidras locales acompañan la celebración, reflejando la calidad del agro nacional.
Enfatizaron que los dulces tradicionales como los buñuelos, el chocolate caliente y las galletas navideñas tienen su origen en productos como trigo, cacao y caña de azúcar cultivados en el campo.
Los campesinos dijeron que cada vez que se disfruta un platillo típico o comparten una tradición decembrina, honran el trabajo de quienes dedican su vida al campo y aquí lo importante es valorar los alimentos que llegan a sus mesas, no sólo por su sabor, sino por el esfuerzo y dedicación que representan.